En primer lugar, que Dios traiga a todos personas como el maestro Yavuz. Es una persona y un médico increíblemente bueno. A mi madre le operaron de válvulas cardíacas, la cirugía salió bien, pero después tuvo arritmias graves porque fue una cirugía muy tardía, puedo decir muy claramente que si hubiera sido otra persona y no mi maestro Yavuz, yo no sería mi madre ahora. No se apartó de su lado ni por un momento y la siguió cada minuto del día y de la noche. ¿No es difícil de creer qué clase de profesor seguiría a sus pacientes de esta manera? Pero es cierto. Además, no importaba a qué hora del día viniera, incluidas las 2 o las 4 de la mañana, siempre estaba sonriente y atento.
Podría escribir aquí decenas de frases sobre él, pero lo fundamental es que Dios le conceda buena salud y que siempre nos tienda la mano a nosotros y a personas como nosotros que necesitan su ayuda.
Al mismo tiempo, me gustaría agradecer a la señora İlkber y al señor Aydın por todo su apoyo y ayuda.
Todos son muy buenos individualmente.
Que Dios te bendiga y guíe tu camino.
Con amor y respeto
