Se trata de una infiltración celular y formación de trombos en la íntima, media y adventicia de arterias de pequeño y mediano calibre en fumadores activos o pasivos, cuya etiología se desconoce. Como resultado, todas las capas de la pared arterial quedaron afectadas. Suele verse en hombres menores de 40 años.
Puede haber síntomas como isquemia leve y dolor en la extremidad al principio, pérdida de sensibilidad en las etapas posteriores, aumento del edema y apertura de heridas en los dedos. Si el diagnóstico no se puede hacer clínicamente, se debe realizar una angiografía. En angiografía llama la atención la presencia de arterias colaterales diseminadas junto con la falta de irrigación sanguínea de las arterias distales.
En el tratamiento es importante primero dejar de fumar, mantener caliente esa extremidad, protegerla de infecciones y, para ello, el cuidado de las uñas y el tratamiento de hongos. Además, se incluye en el tratamiento médico el uso de antiagregantes plaquetarios y, en caso de haber infección, antibióticos locales y sistémicos.
La revascularización quirúrgica se logra mediante injerto de derivación en pacientes angiográficamente adecuados. La simpatectomía es el método más ideal para aumentar el flujo sanguíneo superficial en pacientes que no pueden someterse a revascularización. En la simpatectomía lumbar, la intervención retroperitoneal se realiza en las etapas 2-4. Se eliminan los ganglios y la cadena simpáticos.