¿Qué es la anomalía de Ebstein?

Anomalía de Ebstein

La anomalía de Ebstein es una enfermedad cardíaca congénita que se observa en la válvula tricúspide ubicada entre la aurícula derecha y el ventrículo derecho en el corazón. La válvula tricúspide no está donde debería estar sino más abajo. En condiciones normales, la válvula tricúspide tiene 3 valvas. En la anomalía de Ebstein, las 2 valvas de la válvula tricúspide están desplazadas hacia el ventrículo derecho. Mientras que la otra valva suele estar situada donde debe estar, en ocasiones está adherida a la pared del corazón.

Debido a la anomalía de Ebstein, la válvula tricúspide no puede funcionar normalmente. Por lo tanto, la sangre puede regresar a la aurícula debido a que la válvula tricúspide no puede abrirse y cerrarse correctamente. Con el tiempo, la aurícula derecha se vuelve más grande de lo normal y el ventrículo derecho se vuelve más pequeño de lo normal. La aurícula derecha trabaja más para llevar sangre al ventrículo derecho, lo que hace que el ventrículo derecho se expanda aún más. Esta parte agrandada del corazón comienza a debilitarse con el tiempo, provocando insuficiencia cardíaca.

El síntoma más común de la anomalía de Ebstein en recién nacidos y niños es una coloración azulada de la piel, llamada cianosis. Tos, dificultad para respirar, crecimiento lento y latidos cardíacos irregulares se encuentran entre los síntomas que se pueden observar en la infancia. Los niños con anomalía de Ebstein también pueden tener otros defectos cardíacos, como comunicación interauricular o estenosis de la válvula pulmonar. Los síntomas de la anomalía de Ebstein observados en adultos incluyen dificultad para respirar, fatiga, alteraciones del ritmo cardíaco y dolor en el pecho.

En el tratamiento de la anomalía de Ebstein, la opción de tratamiento más adecuada se determina teniendo en cuenta otras enfermedades cardíacas acompañantes. En algunos casos, es necesaria una intervención quirúrgica directa.