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Embolia pulmonar
Una condición médica que ocurre cuando los coágulos de sangre en las venas de las piernas se desprenden y llegan a los pulmones. embolia pulmonar Se llama. Los coágulos bloquean las arterias pulmonares, impidiendo el flujo sanguíneo normal. Como resultado, el intercambio de oxígeno se altera y puede provocar dificultad para respirar, dolor en el pecho e incluso la muerte. Esta enfermedad es una emergencia que requiere un diagnóstico y tratamiento rápidos.
Síntomas de embolia pulmonar
Suele provocar dificultad para respirar repentina y grave. Puede desarrollarse rápidamente y ocurrir en reposo o durante la actividad física. El dolor o malestar en el pecho es otro síntoma. Suele aumentar cuando se respira profundamente o se tose. Cuando el coágulo de sangre llega a los pulmones, puede producirse tos y esputo con sangre como resultado del sangrado.
La frecuencia cardíaca puede aumentar (taquicardia) porque el cuerpo comienza a trabajar más para satisfacer sus necesidades de oxígeno. En casos graves, pueden aparecer síntomas neurológicos como desmayos o mareos.
Entre los síntomas pueden encontrarse ataques repentinos de sudoración o sudores fríos. Se asocia con la formación de coágulos en las venas de las extremidades inferiores (pierna o cadera). Los síntomas de la trombosis venosa profunda, como dolor en las piernas, hinchazón o enrojecimiento, también pueden ocurrir junto con los síntomas de la enfermedad.
No olvides eso embolia pulmonar síntomas Puede diferir de persona a persona. A veces puede ser leve o vago. Si sospecha síntomas o está en riesgo, comuníquese con un profesional de la salud de inmediato. Si no se diagnostica y trata a tiempo, puede poner en peligro la vida. Es muy importante buscar ayuda médica lo antes posible.
¿Quién sufre una embolia pulmonar?
Es causada por coágulos de sangre llamados trombosis venosa profunda que se forman en otra parte del cuerpo, especialmente en las piernas. La trombosis venosa profunda son coágulos que se forman en venas profundas, como las venas de las piernas o las venas pélvicas. El reposo en cama, estar sentado durante mucho tiempo o la inactividad pueden aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos.
Las operaciones mayores o intervenciones quirúrgicas en la pierna o la zona pélvica pueden aumentar el riesgo. Los traumatismos graves, las fracturas o la inmovilización después de la cirugía pueden promover la formación de coágulos sanguíneos. Algunos tipos de cáncer aumentan el riesgo a medida que las células cancerosas se propagan a otras partes del cuerpo a través del sistema circulatorio. La obesidad puede aumentar el riesgo.
Algunas mujeres durante el embarazo y que usan píldoras anticonceptivas pueden estar en riesgo. Las personas con enfermedades cardíacas pueden estar en riesgo. El riesgo puede aumentar en personas mayores. Los antecedentes familiares y los factores genéticos también pueden afectar el riesgo. Tomar precauciones contra los factores de riesgo. embolia pulmonar Ayuda a prevenir enfermedades. Es importante que las personas con posibles factores de riesgo hablen con su médico.
Métodos de tratamiento de la embolia pulmonar
Uno de los métodos de tratamiento más utilizados es el uso de medicamentos anticoagulantes (anticoagulantes). Los medicamentos previenen la formación de nuevos coágulos y evitan que crezcan los coágulos existentes. En los casos en que la enfermedad sea grave, se pueden utilizar fármacos trombolíticos. Estos medicamentos ayudan a disolver el coágulo. La terapia trombolítica generalmente se considera para síntomas graves y situaciones que ponen en peligro la vida.
Si no se puede tratar con medicamentos o si la condición del paciente se deteriora rápidamente, se puede extirpar quirúrgicamente. El procedimiento se realiza utilizando un dispositivo especial para llegar al área bloqueada de las arterias pulmonares. Embolia pulmonar Si hay riesgo y los medicamentos no son los adecuados se coloca un filtro de vena cava inferior.
El dispositivo se utiliza para evitar que los coágulos del cuerpo viajen a los pulmones. Los analgésicos se utilizan para aliviar los síntomas. También se pueden administrar tratamientos sintomáticos como oxigenoterapia y soporte respiratorio. El tratamiento de la enfermedad puede ser diferente para cada paciente. Por tanto, un médico evalúa la situación específica del paciente y determina el plan de tratamiento adecuado. Es importante iniciar el tratamiento temprano.